TRABAJO Y HERNIA

 

La incidencia de hernias en la población general es entre un 10 a un 15% y estas se presentan con mayor frecuencia en la población laboralmente activa.

 

Aproximadamente el 75% de las hernias corresponden a Hernias de la zona inguinal. Lo que interfiere con el desarrollo normal de la función de cualquier trabajador, principalmente cuando las labores se realizan de pie ó sentado durante todo el día. Y más aún si el trabajador debe efectuar trabajos de peso.

Actualmente está claro que la aparición de hernias tiene factores que las predisponen (como alteraciones genéticas del colágeno, presente en casi todos los pacientes que portan hernias) y factores desencadenantes como el aumento de presión intra-abdominal (levantar peso, por ejemplo). Es por eso que las hernias no son consideradas como enfermedad profesional, dado que los pacientes que las desarrollan serían individuos con esta predisposición.

Dicho de otra manera, se postula que en los eventos puntuales en los cuales se habría manifestado una hernia (cargar peso) esta no se habría producido si no existiera la predisposición.

Sin embargo, es sumamente importante reparar una hernia de pared abdominal, una vez hecho el diagnóstico, dado que la única evolución que tiene una hernia en un trabajador es al crecimiento constante durante el tiempo, con el alto riesgo de complicación aguda (atascamiento ó estrangulación), requiriendo cirugías de urgencia, extensas, con alto riesgo para el paciente y pérdida de muchos días laborales.

Por ello, nuestro equipo recomienda la cirugía reparadora de hernia una vez efectuado el diagnóstico, lo más pronto posible y por vía laparoscópica, evitando incisiones, para poder reincorporarse lo más rápido posible, a sus labores habituales.